Explicaremos a continuación como funciona el sistema de frenos de tambor. Mientras el vehículo se desplaza los tambores de freno que van colocados dentro de la rueda están girando al igual que el resto de la rueda. Los platos de anclaje están fijados en la carrocería y aunque encajan con el tambor no giran cuando lo hacen la rueda y el tambor. Sobre cada plato de anclaje esta asentado un portafrenos y alli van colocados el bombín de freno, las zapatas de freno, los dispositivos de retención lateral de las zapatas, los resortes de recuperación, la palanca ajustadora, la varilla de unión, la palanca de reglaje y sus resortes.
Cuando se presiona el pedal la presión activa el sistema de freno (sea este hidráulico o neumático), y la fuerza empuja los pistones del bombín de freno. Esta presión hace que las zapatas de freno se abran desplazándose en direcciones opuestas, hacia a las paredes interiores del tambor de freno. La palanca ajustadora se suelta y los resortes de recuperación se expanden. El material de fricción de las zapatas roza la superficie interna del tambor. El rozamiento hace que el material de fricción absorba la energía cinética y se genere calor. Esta fricción reduce la velocidad a la que rotan las ruedas. Si se ejerce suficiente presión durante un tiempo suficiente, el vehículo se detiene por completo.
Una vez que se deja de presionar el pedal de freno se deja de frenar. Los resortes de recuperación se contraen y separan las zapatas de las paredes del tambor devolviéndolas a su posición inicial. Cuando estas se alejan del tambor la palanca ajustadora fija las zapatas de freno en su posición inicial automaticamente gracias a la contracción de los resortes de recuperación.